El jueves 7 de mayo se cumplieron 200 años de la creación de la Legislatura de Santa Fe, realizada el 26 de abril de 1815, con una sesión especial de la Cámara de Diputados. La historia del Poder Legislativo provincial se enmarca en los conflictos y guerras internas que atravesaron al país luego de la Revolución de Mayo de 1810 y, en particular, en la lucha de esta provincia por lograr su autonomía de Buenos Aires.

Por aquel entonces se enfrentaban dos proyectos de país: uno que buscaba concentrar el poder en Buenos Aires y otro que defendía el modelo federal y que tenía a José Artigas como su líder principal. Hacia 1815, las graves dificultades que presentaba el gobierno central para controlar el territorio y proteger las ciudades subalternas hacen que Santa Fe empiece a evaluar la posibilidad de apoyar la causa artigista y de constituir un gobierno propio. Pero Buenos Aires no estaba dispuesta a dejar en manos de sus rivales a una región estratégica como lo era Santa Fe, en tanto constituía la vía de conexión con el interior del país, sin oponer resistencia.

El 2 de abril de 1815 una sublevación apoyada por las tropas artigistas destituyó al teniente de gobernador nombrado por el poder central y erigió a Francisco Antonio Candioti, conocido como “el príncipe de los gauchos”, primer gobernador autónomo de Santa Fe. El 26 de abril de 1815, tras la llegada de Artigas a la ciudad, se convoca el Congreso en el edificio de la Aduana. En él se ratifica a Candioti como máxima autoridad y se constituye la llamada “Junta de Representantes”.

Como señalan los historiadores, este primer antecedente del Poder Legislativo dista mucho de lo que son las actuales formas de representación del pueblo. Sin embargo, entre sus tareas ya incluía dictar algunas leyes, asesorar al gobernador en materia legislativa y designar a algunos funcionarios.

Es importante destacar que Santa Fe, junto la Banda Oriental, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, conformó la Liga de los Pueblos Libres y participó del “Congreso de Oriente” convocado por Artigas, un acontecimiento que permanece un tanto ignorado por la historia oficial. En él se realizó la Primera Declaración de Independencia de España y de toda potencia extranjera el 29 de junio de 1815, un año antes de que se celebrara el Congreso de Tucumán.

Tal vez este olvido se debe al ideario político que sustentaba la propuesta de Artigas que no sólo exigía la inmediata declaración de independencia de España y de cualquier otro poder foráneo sino también la implementación de un sistema de gobierno republicano y confederal, basado en la protección de la producción interna y la defensa de los menos favorecidos, banderas que hoy seguimos reivindicando.