La CUS es la muerte de la salud pública

30 noviembre, 2017 admin Novedades .

El plan del gobierno nacional, promovido por el Banco Mundial, ya fracasó en todos los países donde se implementó con un costo irreparable para la población. El eje es la mercantilización y privatización del sector público de salud.

Es una etapa de ajuste y de pérdida de conquistas sociales históricas, pero también de lucha y resistencia contra el avance de políticas neoliberales de la mano del gobierno nacional. Ahora es el turno de la salud: el presidente Mauricio Macri, a través de un decreto de necesidad y urgencia, ha impulsado la Cobertura Universal de Salud, un plan de reformas surgida a fines de los noventa, de la mano del Banco Mundial y la  Fundación Rockefeller, que promueve la mercantilización y privatización del sistema de salud pública.

La CUS, en tanto propone una “cobertura” destinada a las personas que no tienen obra social ni prepaga, no parte de una concepción de la salud como un derecho que se debe garantizar. En realidad, es un “seguro para pobres”, con una canasta básica y restringida de prestaciones que podrán ser brindadas tanto por el sector público como el privado. Hoy, a pesar de las inequidades en el acceso, no hay límites en cuanto a los tratamientos y servicios que cubre el Estado. Si una persona necesita atención recurre a los hospitales o centros de salud más cercanos. La contracara de este modelo es el norteamericano, donde lo que prima es el negocio de las prestadores privados y seguros y, por ende, la relación costo-beneficio.

Los defensores de la CUS alegan que se busca disminuir el gasto de bolsillo de una familia en salud, pero la realidad es que este objetivo loable, como la “pobreza cero”, se utiliza como caballito de batalla para concretar uno menos honorable. Según la OMS, que analizó 147 naciones, en la mayoría el gasto privado y el de bolsillo se disparó, lo que implica mayor presión sobre los sectores más vulnerables de la sociedad y mayor desigualdad.

De este modo, el Estado se corre de su rol como proveedor de servicios públicos de salud y se convierte en un comprador de servicios, ya que la CUS propone financiar la demanda y no la oferta como lo venía haciendo. Se busca transferir al seguro los recursos que se destinaban al sistema público de salud, conformado por los hospitales y centros de atención primaria, abriendo el juego a la competencia. Esto golpea en el corazón del propio sistema porque implica desfinanciar a los hospitales, precarizar aún más a los trabajadores de la salud pública, y desmantelar la estrategia de atención primaria y el trabajo en prevención.

Frente a estas recetas neoliberales que vuelven aggiornadas de la mano de la Alianza Cambiemos, sostenemos la necesidad de avanzar hacia un sistema único, que tenga como metas principales sostener y promover con recursos genuinos el rol de los hospitales públicos y los centros de atención primaria, basado en la prevención y la promoción de la salud y que atienda a las condiciones socio-económicas de la enfermedad, pilares fundamentales para poder asegurar una salud integral, gratuita y universal a todas las personas.