Prohibición de carreras cuadreras

4 diciembre, 2018 admin Novedades .

El proyecto de la diputada Gutiérrez impide la realización de este tipo de eventos en el territorio santafesino. Se prevén multas y penas de prisión para quienes organicen o promuevan estas carreras. La normativa busca proteger a los caballos y evitar los delitos asociados.

La diputada provincial, Alicia Gutiérrez, presentó un proyecto de Ley que prohíbe en todo el territorio provincial la realización de carreras cuadreras de caballos, cualquiera sea su raza, y establece multas y penas de prisión para quienes promuevan, organicen o participen en este tipo de eventos. La normativa tiene como finalidad proteger a los animales del maltrato y el tormento a los que son sometidos para mejorar su desempeño, que en muchos casos les provocan la muerte, y eliminar el negocio clandestino de las apuestas y la venta de drogas que se realiza al mismo tiempo.

“Es frecuente que los caballos mueran como consecuencia de esta actividad, se desploman a la vista de todos, antes, durante y después de las carreras, intoxicados por las drogas que reciben indiscriminadamente para que puedan rendir más. Los responsables explotan a los animales hasta el límite, no hay controles ni reglas como en el circuito hípico legal. Lo que prima es el rédito económico que les deja el juego clandestino”, explicó la legisladora.

Las cuadreras son carreras de caballos de corta distancia, que se llevan a cabo en Argentina, Paraguay y Uruguay. Fueron creadas en los tiempos coloniales, su nombre deriva del término “cuadra”, una unidad de medida equivalente a 129 metros que se utilizaba en ese entonces. En la actualidad, participan entre dos y cuatro caballos, en general, mestizos o descartados de los hipódromos oficiales. Se corre sin gatera y en pelo o con un pelero, 200, 300, 400 y hasta 1000 metros; en algunos casos, bajo castigo de una fusta.

La diputada Gutiérrez consideró lamentable que “una actividad que entretiene a muchos signifique el maltrato y el castigo de los animales, a los que se les suministra fármacos, y productos de dudosa procedencia, con el objeto de explotar al máximo su rendimiento en las pistas y ganar dinero con las apuestas. Esto no solo les provoca lesiones, sufrimiento y todo tipo de consecuencias física, sino también los lleva a la muerte”.

Entre los numerosos daños que provoca el maltrato y el uso de anabólicos, orales e inyectables, y los preparados para mejorar la fuerza y la resistencia del animal se encuentran: reducción del tejido óseo, progresivo deterioro de extremidades y huesos, deshidratación severa, ulceraciones, infertilidad y diversos tipos de dolores. “Estos procedimientos se reproducen pavorosamente en casi todas las pistas clandestinas, a saber, más de 200 en todo el territorio nacional”, afirmó la legisladora del SI.

Las competencias que se llevan a adelante son “carreras por anotación”, en las cuales los organizadores salen a buscar caballos y, a su vez, proponen competidores. Una vez reunidos, se arman las listas y, simultáneamente, se supervisan las apuestas, de donde perciben importantes porcentajes de retorno. El negocio se completa con la venta de anabólicos a los propietarios de los equinos, permitida por la falta de controles anti-dopaje o de cualquier tipo de evaluación veterinaria.

Por último, la diputada Gutiérrez, autora de la ley que prohibió las carreras de canes en Santa Fe, señaló que ambas actividades son muy similares y remarcó la importancia de legislar al respecto, ya que “tanto el vacío legal como la ausencia de controles hacen que continúe su desarrollo en la clandestinidad”.