Una mirada crítica de la guerra contra las drogas

6 noviembre, 2018 admin Novedades .

Mariano Fusero, de la Asociación Pensamiento Penal, y Gonzalo Armas, defensor del Servicio Público de la Defensa, brindaron una charla sobre las políticas implementadas en relación al narcotráfico. La diputada Gutiérrez coordinó el encuentro.

En un edificio emblemático como es el Museo de la Memoria, se llevó a cabo la charla Del fracaso de la guerra contra las drogas a la regulación del cannabis, el pasado 2 de noviembre, organizada por la Plataforma de Pensamiento Latinoamericano, con una gran convocatoria de público que desbordó el salón del subsuelo.

La disertación, a cargo de Mariano Fusero, director del Área Política de Drogas de la Asociación Pensamiento Penal (APP) y Gonzalo Armas, ex fiscal federal de la Nación y actual defensor del Servicio Público Provincial de la Defensa, fue coordinada por la diputada provincial Alicia Gutiérrez. La charla, que fue declara de interés legislativo por la Cámara de Diputados, contó con la presencia de la titular de la Agencia provincial de Prevención de Consumo y Tratamiento Integral de las Adicciones, Cecilia Nieto, la defensora de la Cámara Federal de Casación, Matilde Bruera, y el fiscal federal, Adolfo Villate.

Gutiérrez dio la bienvenida al encuentro y resaltó lo significativo que era poder realizar esta actividad en el Museo de la Memoria, donde funcionó el Segundo Cuerpo del Ejército durante la última dictadura, al tiempo que entregó un libro a su directora, Viviana Nardoni, publicado por la Cámara de Diputados sobre memoria y Terrorismo de Estado.

La legisladora, y presidenta de la Comisión de Derechos y Garantías, destacó “la importancia de generar, como se viene haciendo desde la Plataforma de Pensamiento Latinoamericano, espacios de reflexión como este, donde se puedan discutir y evaluar las políticas que se están llevando adelante en relación al tema del narcotráfico y el consumo de drogas”.

Asimismo, sostuvo que es necesario revisar la perspectiva punitivista y represiva que es promovida desde el gobierno nacional, y que ya ha fracasado en otros países como México y Colombia, para encontrar soluciones que aborden también la dimensión social y la problemática de salud que conlleva. También se refirió a cómo esto impacta de manera diferencial en las mujeres, “que, muchas veces, se ven obligadas por necesidad a participar de las redes de tráfico y terminan encarceladas, dejando a su familia en el desamparo total”.

En la misma línea, Armas afirmó que mientras todos los esfuerzos, en cuanto a recursos y personal, están destinados a la persecución y lucha contra las drogas, un modelo que fue importado de los Estados Unidos, y ya demostró su ineficacia, en el mundo “por suerte”, se está planteando otros enfoques, orientados a la despenalización y la reducción de daños.

Fusero, por su parte, realizó una pormenorizada historización, desde los usos tradicionales y terapéuticos de las sustancias a su prohibición internacional, para explicar cuándo y por qué aparece la concepción de “guerra contra las drogas”.

Al mismo tiempo, brindó datos concretos para fundamentar porqué se considera que este paradigma ha fracasado rotundamente y las premisas no manifiestas de su aplicación, como el intervencionismo geopolítico. “En México, desde que se implementó en el año 2006 hasta ahora, se calcula que se produjeron 70.000 asesinatos y 30.000 desapariciones. El total de muertes por sobredosis es de 563”, comparó. Por último, Fusero hizo mención a la situación “inhumana” por la que están atravesando las madres que pelean para acceder al aceite de cannabis con fines terapéuticos para tratar las diferentes patologías de sus hijas e hijos, “tienen más posibilidades de ir presas que los gerentes de financieras que lavan el dinero proveniente del narcotráfico”, aseguró.