Por el derecho a amamantar sin prejuicios

1 agosto, 2015 admin Novedades .

La semana del primero al siete de agosto se celebra la semana mundial de la lactancia materna. Como resultado de diferentes iniciativas y acciones realizadas en este sentido, tanto a nivel nacional como internacional, hoy en día es posible afirmar que existe un consenso generalizado sobre las virtudes que tiene la leche materna tanto sobre la salud física de niñas y niños como sobre su desarrollo afectivo.

Si bien no tenemos dudas sobre lo hermoso que es amantar también es cierto que constituye un acto de amor  que requiere de un gran esfuerzo por parte de las mujeres. Tomar la teta puede llevarle un tiempo al bebé y a las mamás muchas veces no les resulta fácil. El cansancio, los dolores posparto y el llanto del bebé recién nacido, entre otras circunstancias propias del puerperio,  crean un escenario que poco se asemeja a las imágenes que nos vende la publicidad de pañales y leches de fórmula, con bebotes rosados  y  mamás rebosantes de felicidad.

Además se generan algunas situaciones que dan mensajes contradictorios respecto a la lactancia. Porque si, por un lado, la sociedad tiende a aceptar que la leche materna es el mejor alimento para los niños, por el otro, todavía suelen escandalizarse algunas personas cuando ven a una mujer dando el pecho en un espacio público. Por lo tanto, la lactancia parece ser “políticamente correcta” pero sólo en el ámbito doméstico. Sin embargo, las mujeres no sólo traemos hijos al mundo y nos ocupamos de cuidarlos, sino también somos trabajadoras y, en muchos casos, quienes debemos mantener económicamente el hogar.

¿Por qué escandaliza que una mujer amamante en público, en una plaza, en su trabajo, en el  colectivo o en la cola del banco? En Chile se dio un debate similar cuando una diputada  alimentó a su hija en la legislatura y otro legislador le “recomendó” que no lo hiciera.

Los avances que hemos logrado para beneficiar a las mujeres y a las niñas y los niños en el período de amamantamiento no son pocos y se han multiplicado en las últimas décadas. Este año, por ejemplo, se reglamentó la ley que promueve la lactancia materna y se han multiplicado los espacios amigos de la lactancia. Aunque es cierto que restan muchas batallas para seguir dando en lo que refiere a los prejuicios sociales que tenemos respecto a la división de tareas entre hombres y mujeres y, por lo tanto, sobre cómo se digiere socialmente nuestro ser “mujeres-madres y trabajadoras”.

Por eso, entre nuestros objetivos a corto plazo se encuentra el de lograr que en cada lugar de trabajo se destine un lugar adecuado y sobre todo amigable para que la mujer pueda dar la teta a su bebé tranquilamente y sin inconvenientes.

De esta manera, apoyamos y celebramos esta semana de la lactancia materna bajo la consigna  “amamantar y trabajar”, porque es un derecho de todas el decidir cómo, cuándo y dónde queremos alimentar a nuestros hijos e hijas.